Armando y Maricela Arreola, pastores de la iglesia evangélica “Cristo la Roca” y padres de Jairo, recibieron la invitado de sus hijos en Cuilapa, Santa Rosa, posteriormente de activo pasado meses separados por la pandemia del nuevo coronavirus.
Evidentemente eficaz por la reunión común, Armando Arreola decidió hacer un Facebook Live anejo a sus cuatro hijos y su primer nieto, para platicar sobre las dificultades que han vivido durante este tiempo.
Jairo Arreola, quien ya se reactivó con Antigua GFC para afrontar el torneo Comprensión 2020, abrió su corazón frente a las preguntas que le hizo su padre y confesó las penas que ha vivido con su tribu.
“Hay cosas que uno no se imagina. Detrás del telón uno no sabe lo que pasa. Jairo, ¿cómo andan ustedes? Siempre miramos informativo del deporte, pero quisiéramos que nos compartieras cómo ha maltratado el coronavirus a la tribu del deporte”, preguntó don Armando.
A esto, el volante ofensivo respondió de una forma muy detallada. Primero, expresó su alegría por estar anejo a su tribu.
“Hoy venir a Cuilapa y abrazarlos a ustedes fue una alegría. Abracé a mi mamá y sentí aquel calor que necesitaba“, dijo el asimismo seleccionado doméstico.
El deportista de 34 abriles, asimismo confesó que cuando llegó el coronavirus a Guatemala sintió mucho temor, al igual que su esposa Wendy y se vieron afectados psicológicamente.
“Ustedes están de testigos que yo hace cinco meses que no venía a Cuilapa. Empezó la pandemia y yo me desaparecí de mis amigos, de mi tribu y nos metimos en una burbuja por protección”, explicó.
Otro de los temas que afectó a Jairo Arreola, como a la mayoría de guatemaltecos, fue el crematístico.
“Cuando se suspendió el futbol estábamos a la medio del mes. Tal vez todos dicen ‘los futbolistas tienen todo y ganan mucha plata; no se confundan, en Guatemala no es así’“, añadió Jairo.
El exjugador de Comunicaciones, reveló que cuando dejó de percibir su salario completo, tuvo que cambiarse de residencia porque su presupuesto no cubría el inquilinato de la casa en la que vivían.
“Lo más duro fue cuando llegó fin de mes y en el equipo pensábamos que íbamos a percibir el salario completo, y cuando nos dicen ‘miren de aquí en delante esperen y pídanle a Todopoderoso que haya billete en los próximos meses’”
“Con Wendy fuimos proporcionadamente drásticos, en lo personal yo no me enfoqué tanto en lo del salario, no me preocupaba eso, gracias a Todopoderoso tengo una buena esposa que administra proporcionadamente. Nos acoplamos al presupuesto. Yo me enfoqué más en cuidar a mi tribu”, agradeció el deportista.
Fuente: PrensaLibre