Un alarmante pronóstico de los científicos advierte sobre los altos costos económicos que el fenómeno de El Niño podría acarrear a Estados Unidos y al mundo en los próximos años. Se estima que un enorme cuerpo de agua cálida se acerca lentamente a Sudamérica a través del océano Pacífico, desencadenando cambios drásticos en los patrones climáticos a nivel global.
Con un 90% de probabilidad de extenderse hasta finales de este año y los primeros meses de 2024, los expertos predicen que este será un El Niño de gran intensidad. Esta situación plantea un impacto significativo en diferentes aspectos.
Según un estudio realizado por el Dartmouth College, se estima que el El Niño que se avecina podría generar un costo global de aproximadamente $3.4 billones en los próximos cinco años. Tomando como referencia fenómenos similares ocurridos en 1982 y 1998, se observó que la economía de Estados Unidos experimentó una reducción del 3% en la década siguiente a cada evento, en comparación con lo que hubiera sido sin la presencia de El Niño. Por lo tanto, se estima que un evento de magnitud similar en los próximos años podría suponer una pérdida de $699 mil millones para la economía estadounidense.
Además de los impactos económicos a nivel nacional, países como Perú e Indonesia, ubicados en la costa del océano Pacífico, sufrieron una caída del 10% en su producción económica en los años posteriores a los eventos de 1982 y 1998. Los investigadores advierten que las pérdidas globales podrían superar los $84 billones en este siglo si el calentamiento global aumenta la frecuencia e intensidad de El Niño.
Los efectos del fenómeno climático se extienden más allá de la economía. El cambio en los patrones climáticos puede resultar en condiciones favorables para la propagación de enfermedades, con un aumento de hasta un 28% en los brotes de enfermedades durante El Niño, según un estudio realizado en 2015 y 2016. Además, El Niño puede tener un impacto en la disponibilidad de alimentos debido a las inundaciones y sequías, así como en la infraestructura debido a los deslizamientos de tierra y las fuertes lluvias.
Si bien El Niño puede generar climas extremos en América del Norte, como inviernos más secos y cálidos en el norte de Estados Unidos y Canadá, y más húmedos en el sur, la intensidad y los efectos específicos dependerán del fenómeno en sí. Los estados del sur de Estados Unidos, que han experimentado sequías consecutivas debido a La Niña, están especialmente expuestos a efectos devastadores, como fuertes lluvias e inundaciones repentinas.
A medida que las emisiones de carbono continúan aumentando, existe la preocupación de que los futuros eventos de El Niño lleven las temperaturas globales por encima del umbral de 1.5 °C cada vez con más frecuencia. Limitar el calentamiento a 1.5 °C podría tener un impacto significativo en la exposición al calor peligroso y prevenir resultados perjudiciales para la salud y el medio ambiente.
Estos hallazgos subrayan la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir las emisiones y trabajar hacia una economía baja en carbono. El tiempo para actuar es ahora, ya que cada décima de grado de calentamiento puede marcar la diferencia para millones de personas en todo el mundo.
Fuente: BBC