Martirizada por la pandemia, España recordó este jueves, en una solemne ceremonia de Estado, a las víctimas del nuevo coronavirus (COVID-19).
El acto tuvo lugar en la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid, y contó con la presencia de dirigentes europeos y de la OMS, además de estar presidido por el rey Felipe VI.
En su discurso, el monarca se dirigió a los familiares de los fallecidos para recordarles que “no están solos en su dolor“.
“Es un dolor que compartimos; su duelo es el nuestro“.
“Este acto no puede reparar el dolor de muchas familias por no haber podido estar a su lado [el de sus parientes] en las últimas horas (…) pero sí hacer justicia a su vida, a su contribución a nuestra sociedad, a su memoria“, añadió Felipe VI.
En el homenaje participaron también el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli; el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; y el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Los responsables, así como el gobierno español al completo, hicieron una ofrenda floral en un pebetero con el “Adagio para cuerdas” de Samuel Barber de fondo.
Durante la ceremonia, también intervino Aroa López, enfermera del hospital Vall d’Hebron de Barcelona, quien se refirió a los miles de profesionales sanitarios que dieron la batalla contra la enfermedad.
“Ha sido muy duro. Nos hemos sentido impotentes, con una sensación brutal de incertidumbre (…) hemos dado todo lo que teníamos, hemos trabajado al límite de nuestras fuerzas“.
En otro discurso Hernando Calleja, hermano de José María Calleja, un conocido periodista español fallecido en abril de coronavirus, también tuvo emotivas palabras.
“Hoy, simbólicamente, nos despedimos de madres, padres, hijos, hermanos, amigos; tomamos sus manos; acariciamos sus mejillas; besamos su frente; registramos en nuestra corazón su mirada“.
El gobierno español decretó también a finales de mayo diez días de luto nacional por las víctimas, el duelo más prolongado desde el restablecimiento de la democracia en el país, en 1977.
Información AFP