El fiscal de distrito, Paul Howard, anunció este miércoles que el policía Garrett Rolfe, acusado de dar muerte a un hombre afroamericano identificado como Rayshard Brooks en el estacionamiento de un restaurante de comida rápida en Atlanta, enfrentará cargos por asesinato.
Howard dijo que Rolfe no tenía justificación para disparar porque, «en el momento en que Brooks fue abatido, no representaba una amenaza inmediata de muerte o heridas físicas graves para los oficiales».
El fiscal agregó que constituye un agravante que, tras abrir fuego, Rolfe haya pateado el cuerpo de Brooks cuando estaba en el piso y sangrando.
Según el fiscal, Rolfe y su compañero, Devin Brosnan, violaron múltiples normas del departamento de policía después de detener a Brooks.
Los cargos que enfrentará Rolfe, quien fue despedido de la fuerza policial al día siguiente de los hechos, podrían significarle cadena perpetua.
Brosnan, por su parte, acordó cooperar como testigo en la investigación del caso, y enfrentará tres acusaciones, incluido uno por agresión agravada.