Este lunes en Atlanta, Georgia, cientos de personas se dieron cita en las calles para protestar contra el racismo y la brutalidad policial, esto, luego de que suscitara la muerte de Rayshard Brooks, un hombre afroamericano de 47 años, a manos de un agente en el estacionamiento de un restaurante.
En un comunicado difundido la NAACP, la mayor organización del país de defensa de los derechos de los afroestadounidenses, escribió: «Estamos hartos de que nos maten».
«La NAACP de Georgia utilizará su derecho constitucional a la reunión para exigir a los legisladores estatales que atiendan nuestras demandas legales y garanticen una reforma de la justicia penal (…) y pongan fin a la violencia policial hacia nuestras comunidades», expresó.
Por su parte, la fiscalía del estado de Georgia notificó que, posiblemente se inculpará al policía que disparó a Brooks, el viernes por la noche.
El fiscal del condado de Fulton, Paul Howard expresó que a menos que el disparo se haya dado por salvar una vida o resguardar a algún otro oficial, el tiroteo no se justifica legalmente.
El oficial responsable del tiroteo, identificado como Garrett Rolfe, fue despedido, mientras que la jefa de la policía de Atlanta presentó su renuncia.
Este nuevo incidente ocurre solo semanas después de la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano que falleció asfixiado bajo la rodilla de un policía en Minneapolis. La muerte de Floyd, el 25 de mayo, desató una ola de protestas contra el racismo sistémico en todo Estados Unidos, así como numerosos llamados a una reforma policial profunda