Los zumos envasados, algunas ensaladas listas para comer o los refrescos ‘light’ se suman otros productos con fama de inofensivos, pero que en realidad no son recomendables para llevar una dieta sana.
Cada vez hay más conciencia entre la población de la importancia de seguir una dieta saludable y equilibrada. No solo por evitar ganar peso, sino por cuidar la salud y evitar el riesgo de sufrir alguna enfermedad a largo plazo. Pero a la vez que aumenta el conocimiento sobre lo fundamental que es comer frutas y verduras a diario, no dejan de multiplicarse los alimentos que se venden como sanos pero que en realidad no lo son tanto.
Algunos de los más populares son algunas ensaladas listas para comer que abusan de aderezos y salsas. También los zumos envasados que, según los nutricionistas, no sustituyen a una pieza de fruta y además aportan una cantidad poco interesante de azúcar libre. Así como los refrescos ‘light’, que sustituyen el azúcar con edulcorantes artificiales. Pero aún hay algunos alimentos que sumar a la lista de productos con fama de inofensivos pero que es mejor evitar para cuidar del cuerpo.
Alimentos procesados «bajos en grasa»
La idea de que las grasas saturadas pueden dañar la salud cardiovascular ha sido desacreditada con el tiempo. Según han demostrado diferentes estudios científicos, se basa en una evidencia débil. «Han sido acusadas falsamente y condenadas por causar enfermedades cardíacas, así como otras enfermedades, todo sin justificación», apuntó David Diamond, investigador de la Universidad del Sur de Florida y autor de un nuevo estudio publicado en la revista BMJ Journals. Según su investigación, no hay evidencia entre una dieta baja en grasas saturadas y la reducción de los riesgos de enfermedad cardíaca. Se trata de una teoría «desactualizada».
Bebidas deportivas
Las bebidas isotónicas o deportivas contienen sodio, azúcar, potasio y otros minerales que pueden ser útiles para los deportistas en algunos casos. La idea es que ayuden a recuperar las sustancias que se pierden durante la actividad física. Sin embargo, este tipo de bebidas se ha popularizado tanto que su consumo se extiende a personas que no hacen ningún tipo de deporte y que no necesitan más sal o azúcar en su dieta.
Pero al asociarse estas bebidas con el deporte, no es raro que se consideren «menos malas» o «más sanas» que los refrescos azucarados. Pero en realidad no hay una gran diferencia entre las dos opciones, excepto que el contenido de azúcar de las bebidas deportivas a veces es ligeramente menor.
La comida vegana
Cada vez más personas siguen una dieta vegetariana, una decisión que a menudo llega por razones éticas y ambientales. Sin embargo, hay muchas que se decantan por este tipo de alimentación para mejorar su salud. Y es que, cada vez son más los estudios que aconsejan reducir el consumo de carne y apostar por los alimentos de origen vegetal.
Pero, aunque en este tipo de dietas deberían abundar las verduras, las frutas y las legumbres, hay más alimentos procesados en el mercado que se venden como sustitutos de alimentos no veganos, es decir, del beicon o de las hamburguesas, por ejemplo. Pero se trata de alimentos altamente procesados y poco recomendables para llevar una dieta sana. Solo hay que echar un vistazo a la etiqueta de los ingredientes.
Ante esta situación, los fabricantes han lanzado al mercado todo tipo de productos sin gluten. El problema es que muchos son alimentos altamente procesados que contienen pocos nutrientes y que a menudo están hechos con almidones refinados, lo que pueden provoca picos de azúcar en la sangre.
Lo ideal es elegir alimentos que de forma natural no lleven gluten, como los vegetales o alimentos de origen animal, nunca alimentos procesados sin gluten. Por mucho que no tenga gluten, no se salva de ser comida basura.