Este lunes china ha confirmado que ha debido redoblar esfuerzos para intentar contener un rebrote del nuevo coronavirus (COVID-19) en algunos barrios de Pekín, donde fueron constatados nuevos casos vinculados a un mercado, lo que obligó a decretar un nuevo confinamiento en áreas residenciales.
El coronavirus parecía casi erradicado en China. Sin embargo, un nuevo brote fue detectado la semana pasada en la capital. En consecuencia, se restablecieron los controles de temperatura que habían dejado de realizarse en los ingresos a las áreas residenciales y edificios de oficinas.
Asimismo los centros culturales y deportivos volverán cerrarse de manera temporal para cercenar cualquier tipo de contagio.
El ministerio de salud chino ha confirmado que a nivel nacional se detectaron 49 nuevos casos en todo el País, Entre estos, 36 están vinculados al mercado de Xinfadi, en el sur de Pekín, lo que alimenta temores sobre una segunda oleada epidémica. Este mercado aprovisiona a gran parte de la capital.
Por su parte, un alto funcionario del barrio de Haidian informó sobre la detección de más personas infectadas en Yuquandong, otro mercado mayorista del noroeste de la capital. El establecimiento se encontraba estrictamente vigilado por policías y guardias.
En este sentido, las autoridades decretaron el cierre de los puntos de venta y escuelas aledañas, y ordenaron el confinamiento en diez zonas residenciales cercanas.