El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció este martes que dio positivo al nuevo coronavirus y haber comenzado un tratamiento con hidroxicloroquina y azitromicina
El mandatario dijo que muchos pacientes infectados con covid-19 están experimentando «resultados positivos» con ivermectina, que el virus se «da mejor» en climas más fríos y que los jóvenes infectados con la enfermedad pueden estar «tranquilos».
Conozca lo que se sabe hasta ahora sobre estas afirmaciones.
Hidroxicloroquina:
«Dados los síntomas, el equipo médico decidió aplicar hidroxicloroquina», dijo el presidente al anunciar que había dado positivo por COVID-19.
Indicada para casos de malaria y lupus, la hidroxicloroquina fue uno de los primeros remedios en ser considerados como un posible tratamiento contra el Covid-19.
En mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que estaba tomando hidroxicloroquina a pesar de haber dado negativo por coronavirus. «Escuché muchas buenas historias», dijo en ese momento. Sin embargo, a principios de junio, un ensayo clínico liderado por la Universidad de Minnesota en Estados Unidos y Canadá indicó que tomar hidroxicloroquina no era eficaz contra el virus.
El 15 de junio, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) revocó la autorización de uso de emergencia de hidroxicloroquina en pacientes con coronavirus en el país.
A su vez, el 17 de junio, la OMS suspendió la investigación que estaba realizando para evaluar la eficacia de la hidroxicloroquina contra la COVID-19.
Azitromicina:
A pesar de lo dicho por Bolsonaro, la combinación de hidroxicloroquina con azitromicina sigue sin ser indicada por instituciones de salud del mundo.
Un documento elaborado en mayo por la Asociación Brasileña de Medicina Intensiva, la Sociedad Brasileña de Enfermedades Infecciosas y la Sociedad Brasileña de Neumología y Tisiología indica: «Sugerimos no utilizar el combinación de hidroxicloroquina de rutina o cloroquina y azitromicina en el tratamiento de COVID-19».
Durante la conferencia, Bolsonaro también mencionó la ivermectina, ampliamente publicitada en redes sociales como otro posible tratamiento para la COVID-19. «Sé que todavía no hay pruebas científicas, pero la eficacia de la hidroxicloroquina, así como de la ivermectina, entre otras, ha aparecido y muchas personas han dicho que después de administrar estos medicamentos, comenzaron a sentirse muy bien».
Ivermectina:
Aún no se ha demostrado la eficacia de la ivermectina en el tratamiento de la covid-19. Hasta el momento, se ha utilizado para infecciones parasitarias en humanos y animales, pero con una fórmula diferente.
El 22 de junio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó un estudio sobre la recomendación de este medicamento. Según la publicación, aunque la ivermectina fue utilizada exitosamente «in vitro en el tratamiento del SARS-CoV-2 en células infectadas», no ha habido ninguna revisión formal.
La OPS concluyó que los estudios sobre ivermectina presentan «un alto riesgo de parcialidad, poca certeza de evidencia y que la evidencia existente es insuficiente para llegar a una conclusión de sus beneficios y daños».
La OMS también optó por eliminar la ivermectina de los estudios patrocinados y sigue con la indicación de que todavía no hay ningún medicamento efectivo para curar, prevenir o tratar la COVID-19.
La FDA tampoco recomienda este fármaco.
¿Al coronavirus le va mejor en el frío?
Cuando se le preguntó sobre las medidas de aislamiento ampliamente adoptadas en el país, Bolsonaro dijo que no habría actuado de esa manera ya que Brasil tiene climas diferentes y que al nuevo coronavirus «se dá mejor en climas más fríos».
Sin embargo, aún no se sabe si la temperatura influye en la propagación de COVID-19, según lo explicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Hasta el 7 de julio, Brasil había registrado más de 1,6 millones de casos confirmados de la enfermedad y más de 66.000 muertes, según el Ministerio de Salud.
¿Los jóvenes pueden estar «tranquilos»?
El presidente Bolsonaro también dijo que en el caso de personas menores de 40 años y sin enfermedades previas, «la posibilidad es cercana a cero de tener mayores consecuencias» por el contagio de la COVID-19.
Si bien la letalidad entre los más jóvenes es muy baja, éstos también pueden contraer la enfermedad y fallecer. Fue el caso de una adolescente de 16 años y sin problemas de salud previos. Según relató su madre a la AFP, lo que comenzó como una tos rápidamente se convirtió en insuficiencia respiratoria. Eso provocó que la joven tuviera que intubarse y finalmente murió.
En Río de Janeiro, un menor de 12 años también falleció de COVID-19. Lo mismo le sucedió a un joven de 16 años en Indianápolis, Estados Unidos, y a otro de 13 años en Londres.