Este miércoles en una conferencia de prensa, en la víspera del duelo ante el Villarreal de la 37ª jornada, el entrenador francés del Real Madrid, Zinedine Zidane, aseguró: «Los jugadores quieren lograr grandes cosas. Los jugadores, cuando llegan aquí, saben la historia de este club, lo que es, lo que quiere, la ambición que tenemos siempre. Lo particular de ahora es que después del confinamiento, cuando volvimos a trabajar, después de quedarse en casa casi tres meses, los jugadores querían hacer cosas grandes».
Con seis puntos por disputarse y cuatro de ventaja sobre el Barcelona, segundo clasificado, al equipo blanco también le bastaría con hacer lo mismo que los azulgranas, que se enfrentan al Osasuna (11º), para hacerse con el trofeo.
«No firmaría dos empates. No es que prefiera o no, es que estamos aquí para una cosa: pensar en el partido de mañana y ganarlo. Es lo que nos motiva. Nos preparamos para eso», dijo.
También hubo tiempo para que Zidane fuera interrogado por los casos más polémicos de la temporada, Bale y James. Le consultaron sobre la influencia de la situación del galés en el vestuario, y dijo:
«Madre mía, macho, la pregunta. Pensamos en el partido de mañana, y Gareth lo mismo. Es uno de los nuestros. Intentas meter cosas en nosotros, pero no vas a poder. Estamos unidos, pensamos lo mismo, exactamente lo mismo. Él, James y todos».
Zidane habló del belga Eden Hazard, con problemas en las últimas semanas en el tobillo derecho, que se fracturó en diciembre y de nuevo en febrero. «Va mejor, se siente bien. Se entrena con nosotros. El dolor que tenía hace unos días ha desaparecido y eso es bueno para nosotros. Lo esencial es que se sienta perfecto», señaló.
Tras el final de Liga, el Real Madrid se centrará en la resolución de la Liga de Campeones, en agosto con una ‘Final 8’; a un partido desde cuartos, a puerta cerrada y en Lisboa. Antes deberá remontar en Manchester el 2-1 que logró el City en la ida de octavos.